Hay miles de discursos en internet. Hay miles de gurús y con ello sus miles de formas para vender por internet, ser exitoso, ganar seguidores. Qué sé yo, romperla con toda y ser el más viral del mundo.
Es abrumador y, en realidad, hay tantos caminos que al final termina siendo paralizante. Creo que el mayor desafío es entender que no hay fórmulas mágicas para vender o ganar seguidores en un abrir y cerrar de ojos. Siempre he pensado que el ejercicio de construir una marca es un proceso dedicado de acciones consecuentes. Es algo que va de adentro hacia afuera, y no me refiero a que sea un ejercicio zen de años, pero sí al tiempo necesario para construir fundamentos sólidos, que no tambaleen cada que aparezca una nueva tendencia en redes, pero que sí respondan de forma táctica a los cambios constantes de esta freeway llamada internet.
Creo que ahí sí estaría hablando de una fórmula, donde la primera variante sería una marca bien definida desde su parte conceptual hasta su traducción visual. Y, si seguimos con las variables, la segunda sí sería todo el componente estratégico para que haya una sinergia entre lo que es la marca y cómo existe en internet. Poniendo esas dos variables sobre constancia y consistencia, definitivamente el resultado siempre va a ser positivo.
Lo crucial es entender que no hay soluciones rápidas ni fórmulas infalibles, como lo dije antes, al final el desafío radica en construir una marca desde sus cimientos, con una identidad clara y una estrategia bien pensada.
Aunque, bueno, estos conceptos pueden resultar muy abstractos. Ya los iré desarrollando de forma práctica más adelante.


